La clase, comunidad que cura contenidos

Curar contenidos es fundamental en la sociedad de la información. Los nuevos modos de vida conllevan a veces una vida estresada. Andamos de acá para allá, y no nos detenemos a digerir la información que continuamente recibimos. De tanto pensar se nos olvida sentir, y necesitamos hacer un alto en el camino para preguntarnos: ¿hacia dónde quiero orientar mi vida? ¿Qué es lo importante? ¿Qué debo escoger? Además, hace tiempo que nos dimos cuenta de que no es más inteligente el que más conocimientos tiene, sino el que sabe seleccionar la información con el fin de alcanzar una meta. Así, la educación existe en función de la vida, y no al revés.

Por tanto, la educación tiene que ayudar a responder a estas preguntas: ¿cuál es mi vocación? ¿Qué metas me propongo para la vida? Y también:  ¿Qué creo que necesito para llegar ahí? Pero como todo individuo pertenece a una comunidad con la que comparte objetivos e intereses, la comunidad educativa también tiene que preguntarse: ¿qué queremos alcanzar como grupo? Y a partir de ahí, el individuo y la comunidad tienen que adentrarte en el mar de la información para dirigirse a buen puerto. En definitiva, podemos definir la clase como "comunidad que cura contenidos".